Quintana Roo – México
Llegada y Alojamiento en el Catalonia Riviera Maya
Nuestra aventura en Riviera Maya comenzó en agosto de 2015 con un vuelo desde Santiago de Chile. Al llegar, nos dirigimos al hotel Catalonia Riviera Maya, donde nos recibieron con una cálida bienvenida y jugos frescos. ¡Así comenzamos nuestra experiencia todo incluido de 7 días y 6 noches!
El hotel nos sorprendió con su increíble variedad de servicios y su atención a cada detalle. Cada cena era un viaje único, con ingredientes de primera y una presentación impecable. ¡La diversidad gastronómica fue, sin duda, uno de los grandes encantos del lugar!
La atmósfera del hotel se complementa a la perfección con sus instalaciones. La piscina principal, con su bar incluido, se convirtió en nuestro rincón favorito de México. Aquí, relajación y disfrute se mezclaron con jugos tropicales, tequila, mezcal y los famosos sombreritos. El bar ofrecía una selección de cócteles y refrescos que hicieron aún más especiales nuestros momentos junto a la piscina.
El hotel no solo destaca por su gastronomía y entretenimiento, sino también por la comodidad de sus habitaciones. Espaciosas y bien decoradas, cuentan con todo lo necesario para una estadía agradable. Balcones con vistas al mar o jardín y camas confortables aseguran un descanso reparador tras un día lleno de actividades.
En resumen, nuestra llegada al hotel Catalonia Riviera Maya fue el comienzo perfecto de nuestra aventura. Las atenciones, la variedad gastronómica y la serenidad de sus instalaciones nos hicieron sentir como en casa.
Modo Cultural: Chichén Itzá, Cenote y Valladolid
Chichén Itzá
Nuestra aventura comenzó en Chichén Itzá, una de las siete maravillas modernas y sitios arqueológicos más famosos. La pirámide de Kukulkán nos transportó a la época maya, mostrando la asombrosa precisión astronómica y la ingeniería de esta civilización. Cada rincón, desde el Templo de los Guerreros hasta el Cenote Sagrado, nos reveló la complejidad de su cosmovisión.
Valladolid y Cenote Zaci
Después de maravillarnos con la historia y arquitectura de Chichén Itzá, nos subimos al bus y los guias nos dieron agua y bebidas, y además nos tenían un delicioso pan de maíz con sabor dulce, ¡una delicia! Luego de unos minutos, llegamos al pueblo de Valladolid para almorzar, una encantadora ciudad con un marcado carácter colonial. Sus calles adoquinadas y coloridas fachadas son testimonio de su herencia española. Valladolid es el lugar perfecto para relajarse y sumergirse en el ambiente local.
Luego nos aventuramos a bajar en uno de los cenotes cercanos. Estos cenotes, formaciones naturales únicas de la península de Yucatán, ofrecen una experiencia inigualable. Sumergirse en sus aguas cristalinas es un viaje tanto físico como espiritual. Sentir la frescura del agua mientras escuchamos el eco de nuestras voces en las cavernas subterráneas fue una experiencia revitalizante, conectándonos profundamente con la naturaleza.
No podemos omitir la hospitalidad y calidez de sus habitantes, tanto los guías como los vendedores y pobladores de esos lugares nos hicieron sentir como en casa, un sentimiento que perdura muchos años después de haber dejado México.
En resumen, nuestra exploración cultural en Chichén Itzá, el cenote y Valladolid nos brindó una visión profunda de la rica historia y la belleza natural que la Riviera Maya tiene para ofrecer. Cada destino ofreció una experiencia única, contribuyendo a una comprensión más amplia del patrimonio cultural y natural de Quintana Roo.
Aventura en Xcaret y Playa del Carmen
Xcaret
En nuestro viaje a Quintana Roo, dedicamos un día a explorar Xcaret, un parque temático único en la Riviera Maya. Nos sorprendió su perfecta fusión de belleza natural y patrimonio cultural mexicano, con estructuras históricas y espectáculos tradicionales que ofrecen una experiencia educativa y divertida.
Uno de los momentos más destacados fue recorrer los senderos del parque, donde admiramos réplicas de construcciones prehispánicas y disfrutamos de espectáculos que contaban la historia de México. También exploramos los senderos acuáticos buceando. Xcaret ofrece una impresionante biodiversidad, con un vasto acuario, mariposario y aviario que cautivan a todos los visitantes.
Durante nuestra visita a Xcaret, nos enfrentamos a un pequeño contratiempo. No nos informamos adecuadamente sobre lo que incluía nuestro paquete y, para colmo, supusimos erróneamente que las bebidas estaban incluidas. La lección que aprendimos fue clara: ¡siempre lleven dinero a todas partes y pregunten detalladamente al contratar un tour!.
El calor y la humedad de la mañana comenzaron a pasarnos factura, y nos sentíamos bastante deshidratados. Fue entonces cuando llegamos a un restaurante y compartimos nuestra situación. Como es costumbre con la calidez de los mexicanos, nos ofrecieron agua hasta que estuvimos completamente satisfechos. Aprendimos una valiosa lección y resolvimos la situación recargando energías en uno de los muchos puntos de hidratación disponibles en el parque.
Al caer la tarde, asistimos a un espectáculo impresionante que narra y representa la historia de este hermoso país, desde la era de los mayas hasta la actualidad. Fue una experiencia fascinante que nos permitió apreciar aún más la riqueza cultural y la historia de México.
Playa del Carmen
Otro día de nuestra estancia, nos dirigimos a la famosa Quinta Avenida en Playa del Carmen para relajarnos y disfrutar del ambiente.
Este vibrante paseo peatonal está repleto de tiendas, restaurantes y bares, cada uno con su propio encanto. Uno de los lugares que más nos llamó la atención fue un bar con sillas de columpios, que ofrecía una experiencia divertida y original para concluir nuestra jornada.
La Quinta Avenida refleja el eclecticismo y la energía de Playa del Carmen, completando perfectamente nuestro día en Xcaret. Ambos son imprescindibles para explorar lo mejor de la Riviera Maya.
Recuerdos en el Catalonia Riviera Maya
Nuestros días en el Catalonia Riviera Maya fueron inolvidables, gracias a una serie de eventos que hicieron nuestra estancia única. Desde el primer momento, la calidez y atención del personal nos hicieron sentir como en casa, creando un ambiente perfecto para disfrutar cada instante.
Una de nuestras primeras anécdotas fue una impresionante tormenta eléctrica que dejó al hotel sin electricidad por varias horas. Lejos de generar caos, este evento unió a huéspedes y personal en un acto de solidaridad. Con la ayuda del equipo, los espacios comunes se iluminaron con velas y linternas, creando un ambiente íntimo y acogedor que favoreció las conversaciones y risas entre desconocidos.
Otra noche memorable fue nuestra cena temática mexicana junto a la piscina, acompañada por la vibrante música de un mariachi en vivo. Los sabores auténticos y la música tradicional crearon un ambiente festivo que nos permitió sumergirnos en la cultura local. Además, fue una ocasión perfecta para conectar con otros huéspedes, compartir historias y disfrutar de la magia de la Riviera Maya bajo las estrellas.
El momento más mágico de nuestro viaje fue presenciar el nacimiento de tortugas en la playa del hotel. Verlas avanzar hacia el mar bajo la luna fue un recuerdo imborrable. Este milagro de la naturaleza mostró el compromiso del hotel con la conservación y su entorno.
Estos momentos especiales, junto con la amabilidad y dedicación del personal del Catalonia Riviera Maya, convirtieron nuestra visita en una aventura llena de recuerdos. A veces, los mejores momentos son los que menos planeamos.
